El Mito de Narciso

Muchos han escuchado hablar del narcisismo desde la psicología, como un trastorno de la personalidad, basado en el excesivo amor por uno mismo. Sin embargo ¿de dónde proviene el término? Es el mito de Narciso el que da nombre a este trastorno psicológico y en esta oportunidad vamos a internarnos en una de las herencias de la mitología griega que más ha perdurado a lo largo de los siglos, pero que pocos conocen en profundidad.

El Mito de Narciso, mitología griega

El nacimiento del mito de Narciso

Narciso era un joven de extremada belleza, su sola presencia enamoraba tanto a hombres como a mujeres. Este personaje era hijo de una ninfa llamada Liríope, a quien, en una oportunidad un vidente, de nombre Tiresias le dijo que su hijo iba a vivir muchos años, siempre y cuando nunca viera su propia imagen.

Narciso, a sus jóvenes 16 años, andaba por la vida sin otra preocupación que su propia belleza, esto le impedía poder apreciar la hermosura de todo lo que lo rodeaba, incluso de aquellos que de él se enamoraban. Narciso despreciaba a quienes se le acercaban atraídos por su hermosura.

En cierta oportunidad, Narciso deambulaba por unos solitarios bosques, tratando de cazar ciervos, cuando una ninfa llamada Eco descubrió la presencia de Narciso. Eco era una ninfa que cierta vez hizo enojar a la diosa Hera y ésta en castigo la condenó a repetir las últimas palabras que oyera de quien la hablara. Cuando la ninfa vio a Narciso quedó prendada de su hermosura, pero se mantuvo oculta por temor a que el joven se burlara del castigo que portaba.

Convencido, Narciso, que alguien lo observaba gritó “¿hay alguien aquí?” y la respuesta de la joven ninfa fue “aquí…aquí”, éste se sorprendió de la respuesta, pero insistió, diciendo “¡ven!”, la joven repitió esta palabra, pero inmediatamente después salió de entre los árboles, con los brazos abiertos, al encuentro de Narciso. Nuestro personaje, al verla acercarse, tuvo un nuevo acto de vanidad, que eran tan habituales en él y rechazó a la ninfa, que se alejó desconsolada. Cuenta el mito, que Eco nunca más salió del bosque y se quedó llorando su pena por el rechazo de Narciso y desde ese momento sólo se escucha su voz, repitiendo las últimas palabras de aquellos que cruzan por el bosque.

El rechazo de Narciso a la ninfa Eco provocó la ira de Némesis, la diosa de la venganza, y urdió un plan para que el vanidoso joven pagara por el dolor que había ocasionado. Mediante engaños, Némesis indujo a Narciso a acercarse a un arroyo. Cuando éste lo hizo, pudo ver su reflejo en el espejo del agua y quedó perdidamente enamorado de la imagen que el agua le devolvía. Narciso no podía dejar de admirar su propia belleza y pasaba los días observando su imagen reflejada en el agua. Cada día que pasaba, Narciso se desesperaba por no poder ser correspondido por su propia imagen, hasta que, consumido por la frustración, el joven Narciso terminó quitándose la vida, arrojándose al agua. Allí donde quedó el cuerpo inerte del joven, muy pronto creció una flor de gran belleza, que hoy todos conocemos con el nombre de Narciso.

El Mito de Narciso

Otras versiones del mito de Narciso

Una versión más antigua a la conocida, fue descubierta hace algunos años en uno de los Papiros de Oxirrinco. Estos papiros son manuscritos hallados a finales del siglo XIX, integrados por numerosos textos clásicos griegos, aún continúa la tarea de traducción e interpretación de los documentos hallados. En el año 2004 se pudo acceder a esta versión del mito de Narciso.

Esta versión helénica, dice que Narciso era pretendido por un joven de nombre Ameinias, pero el hermoso y vanidoso Narciso no sólo rechazaba a este joven, sino que había tomado por costumbre humillarlo de manera permanente. En una oportunidad, Narciso le obsequió a Ameinias una espada, era la forma sarcástica de Narciso de poner en duda la hombría de este joven que lo amaba. Ameinias, cegado por el dolor que el rechazo le provocaba, tomó la espada y se suicidó en la puerta de la casa de Narciso, cuenta la leyenda que mientras agonizaba, este joven le pidió a Némesis que se tomara venganza del daño que Narciso le había ocasionado. La diosa de la venganza escuchó los ruegos del joven moribundo y a partir de ese momento ejecutó su venganza que terminó con la vida de Narciso, de la forma que hemos relatado.

Las implicancias del mito de Narciso

En la antigua Grecia, este mito tenía fuertes connotaciones morales y era una advertencia a los jóvenes para que abandonaran la vanidad como práctica. Recordemos que la imagen del varón, en Grecia, era considerada la más perfecta creación, por lo que le culto y la atención a la figura varonil era común en esa época.

Posteriormente, será la psicología quien aborde e trastorno de la obsesión por la propia persona y tome del mito griego su nombre y denomine a este trastorno como narcisismo.

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