El Silbón

En los campos y llanuras de Venezuela y Colombia, es común escuchar a los pobladores sus relatos acerca de la presencia de un ser espectral y maligno, al que llaman El Silbón. Muchos aseguran haber sentido la presencia de este espíritu que vaga por los campos emitiendo un insoportable silbido que presagia muerte en los alrededores. Las víctimas preferidas de este ser, son borrachos y mujeriegos a los que ataca durante la noche, cuando vuelven de una jornada de juerga. El Silbón porta una enorme bolsa en la que lleva los huesos de sus víctimas y de su padre, quien fuera, según la leyenda, su primera víctima.

El Silbón
Jorge Jaramillo (licencia)

¿Cómo nace la leyenda del Silbón?

Existen varias versiones acerca del origen de este personaje. Todas ellas comienzan a mediados del siglo XIX, en las llanuras venezolanas.

Para algunos, El Silbón, nace de una trágica historia familiar que comienza cuando un joven empieza a sospechar que algo malo estaba ocurriendo entre su esposa y su propio padre. En cierta ocasión, el joven regresa a su hogar y se entera que su padre golpeaba y violaba a su esposa. Cuando, lleno de ira, interroga a su padre, éste le dice que la mujer era de “vida fácil”. El joven se trenza en una feroz lucha con su progenitor hasta que lo mata. El abuelo del parricida, al ver lo que acababa de ocurrir, sometió a su nieto y juró vengarse por tan horrendo acontecimiento.

El abuelo ató al joven y comenzó a castigarlo con latigazos hasta destrozarle la espalda y antes de poner ajíes en su espalda para provocarle un dolor mayor, lo maldijo para toda su vida. Así, este desdichado joven quedó destinado a vagar como un espectro y a matar a todo hombre borracho y mujeriego.

Otra leyenda sobre El Silbón

Existe otra versión que habla de un joven consentido y mimado de una familia acomodada. Cuenta la leyenda que este personaje, desde su adolescencia se entregó a la vida licenciosa, las mujeres, el alcohol y la juerga.

Su mal carácter y los lugares que frecuentaba lo llevaron a que en varias ocasiones tuviera que matar, en disputas de borrachos, esto le valió que en numerosas oportunidades terminara en la cárcel, de la cual salía con facilidad sin que nadie supiera el por qué.

Cansado de este tipo de vida, un día el joven decidió volver a su casa, donde fue recibido con gran algarabía por sus padres. En una ocasión, padre e hijo salieron a cazar y en el camino se encontraron con un árbol cuyo tronco crecía bastante torcido, entonces el hijo le pidió a su padre que enderezara el árbol, a lo que su padre respondió que ya no se podía hacerlo ya que esto debía ser hecho cuando la planta se encontraba joven y tierna. Fue en ese momento que el joven le reprochó, diciendo “¿Por qué, entonces, tú no me enderezaste a mí, cuando aún yo era joven y tierno y me permitiste crecer con una vida torcida?” Luego el joven le confesó a su padre que, en venganza, iba a matarlo y así lo hizo. Descuartizó el cuerpo de su padre y llevó algunas partes a su madre para preparar carne asada.

Al darse cuenta la madre, del crimen que había ocurrido, se llenó de ira y con la ayuda del abuelo y del hermano del joven, lo redujeron y los golpearon con un látigo, le arrancaron la piel y así destrozado, lo maldijeron y lo condenaron a vivir por siempre errante, naciendo de esta manera El Silbón.

¿Cómo es El Silbón?

El imaginario popular le ha otorgado a este personaje maléfico diferentes aspectos. Algunos lo describen como un ser de aspecto gigantesco que mide 6 metros de altura y que vaga entre las copas de los árboles, emitiendo su silbido aterrador. En épocas de sequía, los lugareños aseguran que puede observarse al Silbón, sentado en alguna piedra, recibiendo los vientos polvorientos, a la espera de sus víctimas.

Otros cuentan que El Silbón es un viejo de aspecto decrépito, harapiento y con un enorme sombrero. Porta una enorme bolsa con los huesos de su desgraciado padre y que, en ocasiones, se sienta a contar una y otra vez los huesos de la bolsa.

El Silbón, cuenta la leyenda, espera en el camino que aparezca algún borracho, proveniente de una noche de juerga y cuando lo ataca, luego de matarlo, bebe el alcohol del ombligo de la víctima.

Entre los pobladores de los parajes donde habita El Silbón, se cuenta que el silbido de este personaje se parece a la escala musical y que cuando alguien lo escucha, es un presagio de su propia muerte.

Para muchos la leyenda que se cuenta sobre El Silbón, está dirigida a alejar a los jóvenes de la vida licenciosa y del alcohol. Pero como toda leyenda, cada pueblo va adaptándola a sus propias costumbres y al rol que debe cumplir.

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